
Murallas del Revellín

Las murallas del Revellín se encuentran en la calle Once de Junio. Recinto amurallado del siglo XII, símbolo de la página más gloriosa en los anales de la historia de Logroño.
El “Camino de Santiago” determinó que fuese conocida por “Puerta del Camino”, después se conocería con los nombres de “Puerta de Carlos V” y “Puerta Nueva”, cuando fue preciso reconstruirla en el siglo XVI.
Es la única que subsiste de todas las Puertas que caracterizaban la gran muralla que rodeaba la ciudad.
Sus legendarias piedras fueron testigo del heroísmo y valor de los logroñeses frente a un potente ejército francés que rodeó Logroño entre los días 23 de mayo a 10 de junio de 1521, y que determinó la fecha memorable de la victoria del día 11 de junio, festividad de San Bernabé, y nombrado Patrono por esta causa de la “Muy Noble” y “Muy Leal” Ciudad de Logroño.
En este día todos los años, la Cofradía del Pez procede al reparto del pez, pan y vino, sufragado por los propios Cofrades sin ayuda económica de institución alguna, a miles de logroñeses y de foráneos que se acercan a las viejas piedras a cumplir con el sagrado rito de la tradición.
En el año 1891, y con el fin de abrir la calle Mayor al “Muro de la Penitencia”, la actual calle “Once de Junio”, la muralla fue objeto de una mutación, ya que de la misma fueron derribados un total de 126 metros cuadrados, quedando del modo en que ha llegado a nuestros días.
Antiguamente, junto a esta “Puerta del Camino” existían las de San Blas, en la actual entrada a la calle Capitán Gallarza por Bretón de los Herreros; la de la “Herventia”, en Portales; la de la Cadena, en la calle de este nombre, y la del Puente, más otros portillos secundarios.
Estas eran las Puertas principales de la antigua muralla que rodeaba Logroño y que discurría por las actuales calles de Once de Junio, Bretón de los Herreros, Muro Francisco de la Mata, Muro del Carmen y Rodríguez Paterna hasta enlazar con el Puente de Piedra y con la procedente del Cubo del Revellín, por la calle Norte.
Este trazado no debemos confundirlo con la otra gran muralla que fue construida en el bienio 1837-1839, con motivo de la Primera Guerra Civil Carlista, paralela a la antigua, pero que se ampliaba por el Convento del Carmen, Capitán Gaona y Convento de San Francisco hasta enlazar con el Puente.
Así se sucedieron otras nuevas Puertas como la de “Castilla”, el “Juego de la Pelota”, la del “Carmen”, la de la “Victoria”, la de “San Francisco”, la de los “Molinos y Tanerías”, con numerosos portillos, también se ampliaba notablemente por su zona Poniente, por donde rodeaba el legendario “Convento de Nuestra Señora de Valbuena”, terrenos hoy ostentados por el Gobierno Militar y colindantes.
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