¿Qué representa el Coliseo de Roma?

Simbolismo del Coliseo

El Coliseo, sin duda la arena más emblemática del mundo, sigue estando en el centro de la Roma moderna como testimonio de la gloria y la crueldad del Imperio Romano. Construido hace casi dos mil años, alrededor de seis millones de personas siguen acudiendo a la capital italiana para explorar la historia y la grandeza de lo que queda del mayor anfiteatro del mundo.

A pesar de su majestuosa arquitectura y su diseño vanguardista, el Coliseo es más conocido por los brutales y sangrientos espectáculos que albergó. Los concursos de gladiadores, la caza de animales, las procesiones de guerra, las representaciones de batallas, las obras de teatro y las ejecuciones proporcionaron al pueblo entretenimiento durante sus cinco siglos de actividad. Se cree que cuatrocientas mil personas y un millón de animales murieron a lo largo de la vida del Coliseo, lo que ilustra claramente el carácter sangriento de la antigua Roma.

Aunque menos discutida, la importancia del Coliseo fue en realidad mucho más que un teatro para el entretenimiento de las masas; desde su diseño y arquitectura hasta los eventos que albergó, el anfiteatro sirvió como herramienta de control político para los emperadores romanos.

Cómo se construyó el coliseo

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Podría enumerar fácilmente cientos de datos sobre el Coliseo. He tratado de limitarme a diez, que creo que responden a las preguntas que más escucho, pero en realidad, he salpicado esta página con bastantes más datos divertidos sobre el Coliseo romano, como la procedencia de la palabra "vómito", y cómo estuvo a punto de convertirse en una fábrica de lana...

Después de que Nerón se suicidara en el año 68 de la era cristiana, el senado emitió una Damnatio memoriae sobre él, es decir, condenemos su memoria y eliminemos todo rastro de él. Un par de años más tarde, el emperador Vespasiano decidió eliminar el lago de Nerón y poner allí una arena, para entretener al pueblo y hacer que se concentrara en la diversión y olvidara al odiado Nerón. Al hacerlo, Vespasiano también demostró a los romanos que era un hombre del pueblo, a diferencia de Nerón, que había tomado toda esa tierra sólo para él.

El Coliseo antes

El Coliseo es una estructura masiva y arquitectónicamente compleja.  Antes de la construcción del Coliseo, los anfiteatros eran estructuras temporales construidas en madera según las necesidades.1 El Coliseo fue el segundo y mayor anfiteatro permanente construido en la ciudad de Roma. Mientras que el circo se utilizaba para las carreras de carros y era significativamente más grande, el Coliseo se utilizaba para varios deportes de sangre, incluyendo cacerías de animales, ejecuciones de prisioneros y combates de gladiadores. La arquitectura elíptica de un anfiteatro está pensada para facilitar la visibilidad desde todos los asientos de la arena.2

La fachada exterior del Coliseo consta de cuatro niveles, con los tres inferiores compuestos por 80 arcos cada uno. Desde el punto de vista estructural, los arcos hacen posible el inmenso tamaño de la estructura.3 Desde el punto de vista estético, los arcos aligeran el aspecto visual del volumen del enorme edificio.4 Pero desde el punto de vista ideológico, funcionan como numerosos arcos de triunfo, reflejando el hecho de que el Coliseo fue construido con los despojos de Judea.5

Historia del Coliseo

La belleza ordenada del Coliseo contrasta con los encuentros mortales que tuvieron lugar en su interior. Busque un asiento que no esté demasiado cerca de la acción para hacerse una idea de lo que hacían los romanos en la antigüedad.

Incluso hoy, en un mundo de rascacielos, el Coliseo es enormemente impresionante. Se erige como un glorioso pero inquietante monumento al poder y la crueldad imperial romana. En su interior, detrás de esas filas serradas de arcos y columnas, los romanos mataron a sangre fría durante siglos a miles de personas a las que consideraban criminales, así como a luchadores profesionales y animales.

De hecho, fue la reputación del anfiteatro como lugar sagrado donde los mártires cristianos habían encontrado su destino lo que salvó al Coliseo de nuevas depredaciones por parte de papas y aristócratas romanos, ansiosos por utilizar su piedra, antaño reluciente, para sus palacios e iglesias. Las catedrales de San Pedro y San Juan de Letrán, el Palacio de Venecia y las defensas del río Tíber, por ejemplo, aprovecharon el Coliseo como una cantera conveniente.