La beata doña Urraca, abadesa de Cañas

Repasando la genealogía de los Señores de Vizcaya, podremos aclarar la verdadera identidad de doña Urraca, abadesa en Cañas.

El conde Lope Díaz de Haro "el de Nájera" casó con Aldonza Rodríguez, quienes algunos dicen era de la casa de Castro mientras otros genealogistas, Salazar y Acha, por ejemplo, la tienen como hija del conde Rodrigo Vélaz y Urraca Álvarez.

Sea como fuere, los condes fueron padres de varios hijos, entre ellos: Don Diego López de Haro "El Bueno" (quien fue el siguiente Sr. de Vizcaya y a quien volveremos por ser el padre de la que realmente fue abadesa en Cañas); Urraca; Mencía; y Toda López de Haro. Todos estos hijos nacieron antes del fallecimiento de su padre ocurrido en abril/mayo de 1170, dato confirmado por, entre otras fuentes, la donación hecha por la condesa Aldonza, ya viuda, al monasterio de Cañas el 20 de junio de 1170.

Urraca López de Haro, arriba citada casó dos veces: la primera con Nuño Meléndez. De este matrimonio nacieron el Conde Fernando Núñez, la monjaMaría Núñez, y, posiblemente, Gómez Núñez de Pobeiro (según Salazar y Acha). En 1195 (Sta. María de Trianos) la Reina Urraca con sus hijos Sancho y María Núñez, dona al maestro Miguel una heredad en Mahudes. Por lo tanto, vemos que para estas fechas, 1195, ya había sido madre de dos hijos de su primer matrimonio.

Casó con el Rey Fernando II de León una vez viuda, aunque ya le había dado dos hijos que después fueron legitimados, uno de ellos el Infante Sancho Fernández quien entre 1188-1201 (Sta. María de Buxedo) confirma una donación hecha por su tío, el conde Diego López de Haro, junto con su madre, la reina Urraca, y la hermana de estos, la condesa Doña Mencía, de unas heredades en Santo Domingo de la Calzada.

La reina Urraca, una vez fallecido el rey Fernando II en 1188 y perseguida por el hijo del rey, Alfonso IX, se refugió con su madre en el monasterio cisterciense de Vileña (Burgos). La reina Urraca habrá fallecido en 1230. La encontramos en la documentación de varios monasterios. Una de sus últimas apariciones fue el 15 de abril de 1222 en Las Huelgas (Burgos) entregando toda la heredad en Vileña y en otros lugares a la comunidad de Las Huelgas para que sea adscrita como dotación al monasterio que, afecto a la orden cisterciense, se constituye en Vileña con Elvira García como la primera abadesa. En este documento se declara hija del conde Lope y hace donación por remedio de su alma, de sus padres, y de su hijo Sancho Fernández. La reina Urraca nunca fue abadesa en Cañas y, al haber casado con un rey, se intitula siempre "reina" no "condesa".

Su hermana Toda López de Haro fue abadesa en Cañas. En 1187 (San Millán de la Cogolla), su madre, la condesa Aldonza, ya viuda del conde Lope, hizo una donación de varios bienes en Nalda.

Entre los confirmantes de dicha donación, encontramos a: Diego López, Mencía, la condesa Aldonza, y a Toda, quien en dicho documento confirma como "Domna Tota Caniensis abbatissa". El 28 de marzo de 1200 en el Monasterio de Sta. María de Buxedo encontramos otro documento en el cual, a instancias de la condesa doña Aldonza, la abadesa Toda López de Haro y otras monjas en Cañas, conceden licencia para que el monasterio de Buxedo pudiese adquirir por compra o donación en el término de Hayuela una heredad para poder pastar: "...ego domna Tota abbatissa sanctae Mariae Cannae una cum domna commetissa Aldonzae (...)"

La otra hermana mencionada anteriormente, Mencía, condesa por haber casado con el conde Alvar Pérez de Lara, de quien enviudó en 1172 sin haber tenido descendencia, fue la fundadora de San Andrés de Arroyo donde fue abadesa.

Diego López de Haro "el Bueno", hermano de las anteriores, fue el siguiente señor de Vizcaya. Habrá nacido c. de 1162 y falleció el 16 de octubre de 1214. Casó dos veces: la primera con María Manrique de Lara, siendo padres del siguiente señor de Vizcaya, Lope Díaz de Haro "Cabeza Brava". Casó en segundas con Toda Pérez de Azagra quien falleció en 1216. Hubieron varios hijos de este segundo matrimonio, entre ellos, doña Urraca Díaz de Haro quien habrá nacido probablemente después de 1193. Su padre habrá casado en segundas nupcias antes de febrero de 1187 y ya en 1193, Toda, su segunda esposa, hace una donación con el consentimiento de su marido Diego López, quien está presente en el acto junto con su hijo Pedro Díaz, seguramente el único nacido de este matrimonio para esas fechas ya que es el único que confirma).

Urraca Díaz de Haro fue condesa por haber casado con el conde Álvaro Núñez de Lara, de cuyo matrimonio no hubo descendencia. Algunos autores dicen que casó en segundas nupcias con Alvar Díaz de los Cameros, siendo padres de María.

Encontramos a la condesa Urraca y Álvaro Núñez de Lara juntos en mayo de 1217 en la documentación de Uclés cuando el maestre de la Orden de Santiago, D. García González y el convento de Uclés, dan en prestimonio vitalicio al conde D. Álvaro Núñez de Lara y a su mujer Urraca, las villas de Paracuellos y Moratilla. En agradecimiento, los condes donan a la orden la villa de Castroverde de Esgueva.

El 2 de abril de 1231(Colección Diplomática Riojana) ya encontramos a la Condesa doña Urraca como abadesa en Cañas. En 1242, la condesa doña Urraca Díaz de Haro, dona a San Millán las heredades que le dió a ella su hermano Lope Ruiz (el menor) sitas en Sta. María de Cañas y Villar de Torres que habían sido de su madre, Toda Pérez de Azagra. En 1252, la condesa Urraca y el convento de Cañas reciben de Sancha López todas las heredades que tenía en Tirgo. El 18 de febrero de 1257 (Colección Diplomática Riojana) la reina Doña Mencía (su sobrina, hija natural de su hermano Lope Díaz de Haro, Sr. de Vizcaya, reina por haber casado con Sancho II, rey de Portugal) vende a la condesa Urraca y al convento, su villa de Fermín que le venía de sus arras de Portugal, declarando: "Connosçuda cosa sea (...) como yo Reina Domna Mencía, vendo a vos, condessa e abbadessa de Cannas e al convento...". Entre 1236-39 (Santo Domingo de la Calzada), su hermano Pedro Díaz junto con su esposa Elvira Gómez, con el consentimiento y voluntad de Doña Urraca "cometisse et abbatisse de Cannas, sororis mee", dona dos solares poblados en Pino de Yuso, lo cual, demuestra que la Urraca, abadesa en Cañas en esas fechas, era hermana entera de Pedro Díaz de Haro, hijo legítimo de Diego López de Haro y Toda Pérez de Azagra. El 29 de septiembre de 1262 (Colección Diplomática Riojana), la condesa doña Urraca hace donación al convento de Cañas de cuanto poseía en Valluércano, heredades y vasallos. Ya en noviembre de 1264, aparece como abadesa en Cañas Doña Constanza.

Doña Urraca fue elegida abadesa el 2 de septiembre de 1225. Si aceptamos, según la documentación arriba citada que la que fue abadesa no fue la reina Urraca López de Haro, sino su sobrina la condesa Urraca Díaz de Haro, nacida c. 1193, tendría unos treinta y pocos años de edad cuando fue elegida abadesa y habrá fallecido en 1262 con aproximadamente 70 años de edad.

Se distinguió especialmente por su humildad, pese a su alta alcurnia y a ser condesa, por el desprendimiento de los bienes de la tierra y por su amor a los pobres y necesitados. Dividió sus bienes en dos partes, dedicando una a la construcción del monasterio, y la otra a la fundación de un hospital en el propio Cañas.

El monasterio de Cañas es una de las principales joyas de arte en La Rioja. Tiene la singularidad de continuar su vida monástica, sin cambios y sin interrupciones, después de ocho siglos de existencia. La iglesia, gótica, prodigio de buen gusto y de luminosidad, fue construida en 1236 bajo el mandato de la propia doña Urraca. En el calendario cisterciense, día 7 de junio, puede leerse: “En España, diócesis de Calahorra, la festividad de la beata Urraca, abadesa y fundadora del monasterio de Cañas, por cuyo ejemplo y exhortaciones se entregaron al Rey celestial, su divino Esposo, muchas santas vírgenes”.

Su cuerpo se conserva incorrupto dentro del magnífico sepulcro de la sala capitular, hoy museo espléndido del monasterio. Se trata de una verdadera obra de arte gótico, capaz por sí solo de dar fama a este lugar. Está sostenido por seis lobos, emblema de la familia López de Haro, y consta de sólo dos piezas: la caja mortuoria y la losa sepulcral. La caja, en piedra, está labrada en sus cuatro caras con multitud de figuras de obispos, abades, frailes, monjas, plañideras y otras alegóricas. La tapa es de dos metros y medio de larga por noventa y cuatro centímetros de ancha, y tiene esculpida en altorrelieve la estatua yacente de doña Urraca con báculo abacial, rosario, dos ángeles turiferarios a los lados y tres monjas sentadas a los pies. El sepulcro ha sido abierto en cuatro ocasiones: 1898, 1899, 1933 y 1938, comprobándose que su cuerpo, de un metro y setenta centímetros de talla, se encuentra incorrupto y sus mejillas sonrosadas y frescas.

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